San Andrés también está prendida, pero por la falta de agua potable
Pese a los millonarios anuncios de obras, los isleños deberán esperar varios años para la solución definitiva al problema.
Paradójicamente, a pesar de estar rodeada de un hermoso mar, la isla de San Andrés enfrenta una fuerte crisis por desabastecimiento de agua potable.
La situación llegó a su punto más crítico hace 40 días cuando, definitivamente, la capacidad existente resultó insuficiente para el abastecimiento de la población. Ni recurriendo al “pico y placa” se logra atender la demanda.
La crisis es fiel reflejo de lo que ha venido sucediendo con San Andrés, Providencia y Santa Catalina: el abandono a que ha sido sometido el archipiélago por parte del Gobierno.
De hecho, muchos sanandresanos consideran que el Gobierno Nacional de turno solo se acuerda de San Andrés, cuando surge un fallo de La Haya en el litigio limítrofe con Nicaragua.
Por eso, ante la crisis por el agua potable, decidieron salir a las calles, a protestar para reclamar soluciones concretas y definitivas a la problemática. Como consecuencia de ello se han registrado bloqueos, diurnos y nocturnos, con quema de llantas y árboles sobre las vías.
La situación es de tal magnitud que el Gobierno Departamental se vio obligado a declarar la calamidad pública, argumentando “la disminución de disponibilidad de agua dulce asociada al Fenómeno de El Niño”.
Al dar a conocer la decisión el Gobernador, Ronald Housni Jaller, señaló que desde 2013 se ha experimentado, cada vez con mayor intensidad en el archipiélago, una marcada disminución de lluvias, generando sobreexplotación de las fuentes tradicionales y una mayor demanda. Y considera que “no es posible que estemos rodeados de agua pero no tengamos agua potable para la gente”.
La situación actual de desabastecimiento ha generado una encrucijada para las autoridades, teniendo en cuenta que con el agua existente solo se garantiza el suministro para los sectores hotelero, comercial y residencial de la zona norte. Mientras que en otras zonas como Back Road, Loma, San Luis y Cove, registran la mayor crisis.
Como plan de contingencia, para atender a la población desabastecida, se han dispuesto siete estrategias: entrega de agua en carrotanques, instalación de infraestructura de producción de agua (buque, planta desalinizadora), disminución de pérdidas en las redes, mejorar equipos de atención de bomberos para control de incendios y distribución de agua, jornadas de limpieza de basuras en sitios claves para recarga del acuífero, auditoría y control de los edificios con los mayores consumos y línea de denuncia a desperdicios de agua.
En la práctica se trata de una simple “solución de goteo”, temporal pero sin saber hasta cuando.
Por ello, con las protestas el propósito es llamar la atención del Gobierno para que se apersone de la situación, pero de manera más efectiva, sin tantos anuncios, como los que han venido escuchando durante los últimos 3 años y 5 meses por parte del Presidente Juan Manuel Santos y los ministros de Vivienda, Germán Vargas Lleras y Luis Felipe Henao.
En uno de ellos, el más contundente, el 10 de junio de 2014, el Ministro Henao aseguró: "Hasta el departamento San Andrés llegó la revolución del agua que emprendió el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos. Gracias a las obras del Gobierno Nacional el área urbana de San Andrés pasará de un 44% al 73% en cobertura de alcantarillado y Providencia pasará de una cobertura de acueducto del 60% al 100%. En este momento avanzan en el departamento 6 proyectos para mejorar la infraestructura de acueductos y alcantarillados, y sabemos que estas inversiones impactarán positivamente la calidad de vida de los más necesitados y mejorarán la situación de salubridad del departamento”.
Esas inversiones totalizan $47.027 millones, de los cuales $17.720 millones para acueducto y $29.307 millones para alcantarillado. Igualmente, del total de la inversión, $30.428 en San Andrés y $16.599 en Providencia y Santa Catalina.
En el anunciado “chorro” de cifras también señaló la disponibilidad de recursos en el Plan Departamental de Agua de San Andrés y en la Bolsa de Financiamiento de Inversiones de agua –FIA-, que es la fiducia donde se encuentran los recursos del primero.
Sin embargo, con la crisis actual y las inversiones anunciadas, los sanandresanos seguirán padeciendo por varios años más, teniendo en cuenta que solo en enero de 2017 será entregado el plan director de recursos hídricos para San Andrés que permitirá definir las fuentes de abastecimiento disponibles para la isla, así como los estudios y diseños de las obras que se requieren para dejarla en óptimas condiciones, que cuenta con una asignación de recursos por $20.200 millones en el Plan departamental de Agua, para la ejecución de las obras.
Una pequeña solución a corto plazo es la compra de una planta desalinizadora, por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Pero tendrán que esperar por lo menos 5 meses más mientras contratan su compra, la instalan y entra en operación.
Mientras tanto, serán los carrotanques los que mantengan la precaria distribución a la población. Gota a gota.